Reunir a jóvenes de diferentes entornos socioeconómicos y étnicos, es uno de los puntos fuertes de la Juventud Femenina de Schoenstatt en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Les permitimos conocerse y formar amistades duraderas. Porque incluso 29 años después de la caída del régimen del apartheid, Sudáfrica sigue dividida, tanto económica como étnicamente.

Destinatarios

Niñas y jóvenes de diferentes entornos

Lugar

Constantia, Sudáfrica

Responsables

Hna. Ann-Marie Nicholas

Así puede ayudar con su donativo

Con 35 EUROS puede hacer posible que una joven participe en un campamento de verano de tres días.

20 euros son necesarios para que una joven participe en uno de los cuatro fines de semana de formación de líderes.

Con 10 EUROS apadrina a un niño de Burundi o África Central para que pase un día feliz y sin preocupaciones en nuestro centro.

Para contribuir a la unidad del país, es importante crear plataformas donde jóvenes de distintos entornos puedan conocerse. Nuestras ofertas son aceptadas con mucho gusto por las niñas y las jóvenes porque aquí adquieren una nueva perspectiva y reciben ayuda para la vida cotidiana.

Nuestro problema, sin embargo, es que muchas de las jóvenes no pueden pagar los gastos de participación o de viaje. ¡Con su donación ayudará a hacer realidad el sueño de una Sudáfrica unida y solidaria!

«Cree, con Jesús puedes» fue el lema del campamento de invierno de este año para 57 niñas y jóvenes en el Centro de Schoenstatt de Ciudad del Cabo en Africa del Sur.

Muchas de nuestras participantes proceden de barrios de Ciudad del Cabo donde la violencia es muy alta, por lo que no se sienten seguras en la calle. Pasar tres días en un lugar tranquilo, donde no tienen que preocuparse de que alguien las siga y donde se sienten seguras aunque la puerta de su habitación esté abierta. Esta tranquilidad supone una gran diferencia para ellas. Les ofrece unos días de paz y libertad. Algunas niñas viven en casas compartidas por varias familias, de modo que cada familia solo tiene una habitación con una pequeña cocina. Así que la vida es una lucha diaria para ellas.

Las Hermanas de María han reducido al mínimo las cuotas de participación. Sin embargo, para muchas niñas les resulta difícil o imposible reunir incluso esta pequeña cantidad.